Adiós a Thomas Cook

Thomas Cook, el segundo tour-operador más importante de Europa quebró la semana pasada, la noticia se conocía el lunes 23 de septiembre. A través de él millones de turistas viajaban a España con « la confianza que da una empresa tan grande y consolidada»

Las consecuencias de esta quiebra se han traducido en repatriaciones, coordinadas con compañías de seguros, de las personas afectadas y un gran volumen de impagos en los hoteles, empresas de transporte... que han resultado afectadas. 
Buena parte del sector turístico de Baleares ha visto cómo la presente temporada cambiaba súbitamente a «pérdidas», mientras que en Canarias las anulaciones de múltiples reservas marcaban una temporada turística que comienza en octubre. Hay que destacar que Thomas Cook fue de las primeras empresas en vislumbrar el potencial de las playas españolas, contribuyendo al desarrollo del sector turístico en España desde sus comienzos.

La súbita desaparición de Thomas Cook supone el final de una «época dorada» para el turismo español, donde muchos hoteles habían reducido su dependencia de los tour-operadores.

Los que todavía trabajaban principalmente con ellos deberán reinventarse y comenzar a emanciparse de los mismos, ya que se prevee que en estos momentos de súbito caos hotelero se produzca una re-negociación a la baja las habitaciones que han quedado desocupadas.

Las causas de la quiebra son múltiples, aunque la principal está claramente identificada: la nueva generación de consumidores digitales prefiere organizarse su propio viaje, buscando precios competitivos y «consejos » de otros internautas, tan abundantes en páginas web y blogs.

A esto hay que añadir las numerosas pérdidas que la primavera árabe supuso para Thomas Cook, que había invertido mucho en recursos y organización en el norte de África y Turquía, y las que le causaron las desacertadas decisiones de compra de otras empresas del sector.

Las consecuencias de la quiebra para el sector turístico español parecen ser claras: con menos turistas, bajarán los precios y todo esto dará lugar a menos empleo y al aumento de la precariedad del mismo para la próxima temporada.
Todo ello dentro de uno de los principales sectores de la economía española, el turismo, que ya llevaba una trayectoria de caida de dos años que, previsiblemente, veremos empeorar.

by LFP