La dimisión
como Ministra de Trabajo de Amber Rudd ha agravado la crisis de Gobierno de
Boris Johnson, abierta hace cuatro días con la renuncia de su propio hermano, Jo
Johnson, del cargo de Estado de Universidades. Rudd dimitió por discrepancias por la política del Brexit
de Johnson y por la reciente expulsión de 21 diputados conservadores, que
votaron contra su propio líder y a favor de una solución más moderada para el
Brexit.
En su carta
de renuncia, Rudd condena la expulsión de los diputados tories
"rebeldes"como "un asalto a la decencia y a la democracia". La
ya exsecretaria de Trabajo, que fue también secretaria de Interior con Theresa
May, expresa también en su despedida su convicción de que el Gobierno de Boris
Johnson "no tiene como objetivo dejar la UE con un acuerdo".
Su marcha
repentina, anunciada este sábado por la noche, deja en una posición aún más comprometida a Boris
Johnson, enfrentado a una insurrección creciente en el ala moderada de su partido por su apoyo al
Brexit extremo y a la salida de la UE sin acuerdo el 31 de octubre.
Amber Rudd,
partidaria en su día de la permanencia, mantuvo su puesto en el cambio de
Gobierno tras dar su apoyo a Boris Johnson en el concurso por el liderazgo
conservador. Johnson puso como condición a sus ministros que aceptaran la posibilidad de un Brexit sin
acuerdo, a lo que Rudd accedió en principio.
La
fulminante venganza de Johnson contra los 21 diputados conservadores
"rebeldes" -instigada por su asesor especial y ex estratega de Vote
Leave Dominc Cummings- provocó sin embargo la dimisión de la secretaria de
Trabajo y Pensiones. Otros
diputados han expresado su inquietud por los métodos "estalinistas" impuestos
por Cummings en Downing Street.
En
declaraciones a The Sunday Times, el nieto de Churchill
Nicholas Soames, que figura ahora como diputado independiente, ha denunciado la
conversión de Partido Conservador en
"la secta del Brexit" y en competencia directa con el
nacionalista Nigel Farage.
Varios
miembros del gabinete Johnson expresaron incluso el viernes su preocupación por
la falta de opciones y reclamaron
un "plan B" al "primer ministro", que este
lunes volverá a presentar en el Parlamento una moción para celebrar elecciones
anticipadas el 15 de octubre. Los partidos de la oposición -laboristas, liberal
demócrata y nacionalistas escoceses y galeses- han anticipado que boicotearán en bloque la propuesta, que
necesita de una mayoría de dos tercios en la Cámara de los Comunes para salir
adelante.
El propio
Johnson ha dado indicaciones que no
acatar la ley del veto al Brexit sin acuerdo que entrará en vigor
el mismo lunes. Varios expertos legales han advertido que el "premier"
podría acabar en la cárcel si acaba compareciendo en los tribunales por
desacato a los tribunales. Cientos de británicos se manifestaron entre tanto
ante Downing Street en protesta por
el así llamado "golpe de Boris": la suspensión temporal
de las sesiones del Parlamento que arrancará el martes y se extenderá hasta el
14 de octubre.
by LFP
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