lunes, 20 de enero de 2020

Nadia Calviño busca flexibilidad en Bruselas


El primer reto de este nuevo gobierno de coalición serán los Presupuestos, una de las leyes más importantes que ha de aprobar el Parlamento. No obstante, en España siguen vigentes los de 2018, aprobados por el PP y sobre los que el PSOE votó en contra. Cumplir con los compromisos de Bruselas, además de con el resto de medidas del acuerdo entre su coalición y con los demás partidos, es la primera gran tarea a afrontar por el Gobierno.

El diciembre pasado el Gobierno en funciones envió a Bruselas unas estimaciones para 2020 en las que se planteaba que el déficit en 2019 acabaría en el 2%. La Comisión Europea rectificó esas cifras hasta el 2,3%. Sin embargo, el déficit entre enero y septiembre de 2019 ya suma el 2,8%, y entre octubre y diciembre suele aumentar, por lo que se supone que cerrará próximo al 3% Si superara el 3% España sería probablemente intervenida por Bruselas hasta que redujera su deuda.

El Gobierno, que se apresura a mandar un presupuesto cuanto antes para evitar un supuesto ajuste mayor, ya ha aprobado la subida de pensiones que supondrá 6.000 mill más en 2020. Además se ha comprometido subir un 2% el sueldo a los funcionarios, otros 2.500 mill. Todo ello no deja mucho margen para reducir el déficit en 2020. Sánchez quiere tener unos Presupuestos cuanto antes, y en este fin y el de acabar con el bloqueo político del país ha girado su estrategia política hacia la presidencia. 
 
La vicepresidenta Nadia Calviño se reune hoy lunes en Bruselas con los comisarios Valdis Dombrovskis y Paolo Gentiloni para abordar las posibilidades de relajar el ritmo de los ajustes a las cuentas públicas.

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