Según ha confirmado el Pentágono, Irán bombardeó la pasada noche dos bases aéreas estadounidenses en Irak: la de Ain Al Asad, en el oeste del país, y una en Erbil, en el Kurdistán iraquí. No constan víctimas mortales en el ataque, según fuentes iraquíes y estadounidenses, debido a que Irán advirtió de antemano al Gobierno iraquí de la operación militar, que a su vez lo hizo a las zonas de EEUU en su territorio.
Sin embargo, la cadena kurdoiraquí Rudaw ha señalado que un misil cayó a cinco kilómetros de la base de Erbil y otro en la localidad de Bardarash, 50 kilómetros al noreste de Erbil.
La ofensiva se produce como respuesta al asesinato con drones en la madrugada del pasado viernes 3 de enero, en Bagdad, del general iraní Qasem Soleimani. Este lider iraní dirigía la fuerza Al Quds, encargada de acciones en el exterior. En el atentado también falleció el líder miliciano Abu Mahdi al Mohandes. Grupos armados proiraníes en Irak se habían propuesto unir fuerzas para responder al ataque, pero al parecer se ha optado por una respuesta armada directa desde Teherán.
Sin embargo, a primera hora de hoy miércoles Ali Jamenei, líder supremo de Irán, ha declarado que se considera insuficiente el ataque y que pretenden expulsar a las tropas de EEUU de Oriente Medio. Además, ha advertido a EEUU y a sus aliados en la región, en especial a Israel, de que una respuesta llevará a un nuevo contraataque. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha realizado unas declaraciones advirtiendo de que cualquier ataque a Israel tendrá consecuencias. El Pentágono ha anunciado el envío de 3.500 militares a la región para reforzar las posiciones estadounidenses.
By LFP
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