El pasado lunes tuvo lugar el único debate a cinco televisado de las próximas
elecciones generales. Cataluña
y el desafío independentista fueron,
como se esperaba, uno de sus puntos centrales, poniéndose además de
manifiesto que el bloqueo político que forzó la repetición
electoral sigue presente.
Pedro
Sánchez se
mostró firme durante todo el debate, tratando de defender su
posición de presidente en funciones. Prometió, entre
otras cosas,
cambiar
el sistema de elección del consejo de administración de las
televisiones públicas, entre ellas la catalana TV3, y reformar el
Código Penal para prohibir los referéndums ilegales.
Albert
Rivera, lider
de Ciudadanos, volvió
a reclamar la aplicación del artículo 155 en Cataluña,
mostrando
un adoquín de los empleados por los manifestantes contra las fuerzas
de orden público durante los pasados disturbios en Barcelona.
Pablo
Iglesias, lider de Unidas Podemos, pidió diálogo para resolver la
situación en Cataluña e insistió en la necesidad de una coalición
de izquierdas para evitar un gobierno de derechas.
El
líder popular del PP, Pablo Casado recordó que se prevé una subida
de impuestos con un gobierno del PSOE y Podemo, mientras que un
gobierno del PP los bajaría.
Santiago
Abascal, líder de la extrema derecha de Vox, tomó parte por
primera vez en un debate. Habló a favor de una inmigración legal,
ordenada y segura. También pidió la
suspensión de la autonomía de Cataluña y
la detención
de Quim Torra, President
de la Generalitat de Catalunya.
Sin
embargo, las últimas encuestas prevén prácticamente un empate entre
el bloque de izquierda y el de derecha y un nuevo bloqueo de los
pactos para la investidura. Las elecciones del próximo domingo 10 de
noviembre, serán las cuartas en cuatro años y una repetición de
las celebradas el pasado mes de abril. El electorado llega a las
urnas, en general, cansado y desilusionado con la clase política.
By
LFP
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