Lo
que habían anticipado las encuestas se ha cumplido, y la situación
política de España es aún más delicada de lo que era tras las
elecciones de abril.
El
PSOE ha ganado las elecciones, pero ha perdido más de 700.000 votos,
mientras que Unidas Podemos más de 600.000. A ambos partidos sus
votantes les recriminan no haber llegado a acuerdos de gobierno,
dando origen a lo que se supone una gran brecha de abstención en la
izquierda.
Sin
embargo, el más penalizado por sus votantes ha resultado ser Albert
Rivera, ya que Ciudadanos ha perdido casi 2,5 millones de votos,
quedándose tan solo con 10 escaños frente a los 57 que consiguió
en los pasados comicios de abril. Rivera ha dimitido hoy como lider
del partido naranja, anunciando además que abandona la política.
ERC
y PSC pierden votos en Cataluña, quizá por posicionarse en a
negociación para tratar de llegar a una solución real del conflicto
catalán. Por otra parte, aumentan CNxR
(Crida
Nacional per la República),
con Puigdemont y Torra
a la cabeza, y la CUP, que ha logrado dos escaños por Barcelona en
el Congreso.
El
PP aumenta a 88 el número de escaños, frente a los 66 de abril.
Por otra parte, el partido que más ventajas ha obtenido de la
repetición de los comicios es Vox que, con 52 escaños y el 15% del
total de los votos, se posiciona como la tercera fuerza electoral.
Por
lo tanto, estas nuevas elecciones a las que nos ha llevado la falta
de acuerdos entre los partidos para formar Gobierno, dejan sobre la
mesa una situación aún más alarmante y dificil de manejar.
En
abril ERC ofreció a abstenerse para facilitar un gobierno de
izquierdas, sin embargo ahora deben estar pensando en unas elecciones
catalanas anticipadas. Hace poco más de un mes, las encuestas daban
al PP más 100 escaños y se especulaba con una abstención de Casado
para formar Gobierno. Sin embargo, hoy por hoy, con el peso que ha
ganado Vox, parece poco probable esa opción a la hora de formar el
ejecutivo.
Ya
se está barajando la opción de unas terceras elecciones, que España
afrontaría con un gobierno débil y una economía en riesgo de
entrar en recesión debido a una deuda pública en máximos
históricos, y que no logra bajar desde 2015, los tipos de interés
al 0% y el empleo creciendo al 3%, entre otros problemas.
El
nuevo gobierno, que se mantiene de momento en funciones, cuenta con
apoyo a las políticas económicas de inversión en energías
renovables, para hacer frente al cambio climático, que Bruselas ha
empezado a poner en marcha. España es el país con más horas de sol
en Europa, así que parece a priori lógico que los inversores se
fijen en él. Sin embargo haría falta inversión real en tecnología
para terminar de decidirlos a decantarse por España.
Por
otra parte, los partidos políticos proponen, sin excepción, mejorar
el empleo y los salarios, pero ninguno presenta un plan realista para
hacerlo. Además, el PP insiste en la necesidad de bajar los
impuestos, algo incumpliría los tratados europeos y pondría a
España de nuevo en riesgo de ser rescatados como en 2012.
En
conclusión, la economía española en riesgo de crisis y los
políticos pensando en su próxima jugada en este nuevo tablero de
pactos y mirando hacia otro lado. Creo, sinceramente, que esta vez
tampoco va a poder ser...quizá a la tercera vaya la vencida...
By
LFP
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