Pedro Sánchez ha anunciado que el 21 de junio además de permitirse la movilidad de españoles entre diferentes CCAA, se abrirán las fronteras para países europeos. Salvo Reino Unido y Rusia en la mayoría de países europeos la pandemia está bastante controlada, lo cual lo justifica.
El crecimiento del virus se concentra ahora en países emergentes, principalmente en Latam, Brasil y México. En este orden de cosas, esta semana llegará el primer grupo de turistas alemanes a Mallorca, lo cual nos va a hacer comprobar si los protocolos de seguridad europeos frente al Covid-19 son efectivos. Sin embargo, el test a la llegada será escrito y no un análisis sanguíneo, lo cual es un riesgo ya que los turistas pueden ocultar síntomas. El Ministerio de Turismo ha anunciado que habrá una app que permitirá geolocalizarles. Esta medida es la que han seguido en Corea y en los países con menos incidencia de Covid-19 y es clave evitar un brote y un confinamiento masivo en una zona turística española. El impacto de reputación podría provocar una crisis incluso más profunda y duradera que la que se espera en ese sector.
Espero y deseo que salga bien. Es evidente que un factor clave es ser muy estrictos en los protocolos sanitarios con los turistas y habitantes habituales de esas zonas. Aunque esa prioridad debería extenderse a todo el territorio español.
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