El candidato liberal, Rafal Trzaskowski, alcalde de Varsovia y líder de la Plataforma Cívica (PO) mantiene su desafío al poder onmipresente de los ultraconservadores polacos. Su apuesta es profundamente europeísta para frenar la deriva autoritaria del país que los liberales perciben como una amenaza. Sin embargo, el actual presidente Andrzej Duda, candidato del Partido de la Ley y la Justicia (PiS), mantiene al menos diez puntos de ventaja sobre su rival, según los últimos sondeos publicados. Precisamente, la diferencia que marquen las urnas es la clave de estos comicios.
Si ninguno obtiene más del 50% de los votos, habría una segunda vuelta el 12 de julio entre los dos más votados. Llegado el caso, Rafal Trzaskowski, podría ganar. Con los liberales en la presidencia, el Gobierno tendría serias dificultades para aprobar numerosas iniciativas parlamentarias.
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