viernes, 4 de octubre de 2019

Explicando la frontera irlandesa II


Una de las grandes dificultades en las negociaciones sobre el Brexit ha sido ponerse de acuerdo sobre el futuro de la frontera entre la República de Irlanda, una república independiente que forma parte de la UE, e Irlanda del Norte, el territorio que junto a Escocia, Gales e Inglaterra conforma Reino Unido.
El futuro de la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.

Se conoce en inglés como backstop, y establece que si tras el Brexit y después del periodo de transición (hasta diciembre de 2020), Londres y Bruselas no llegan a firmar un acuerdo comercial, Irlanda del Norte (que junto a Escocia, Gales e Inglaterra conforman Reino Unido) quedaría sometida a algunas normas de la UE.
Con esta salvaguarda irlandesa se quiere evitar el regreso de una frontera física entre las dos Irlandas. Muchos parlamentarios pro-Brexit temen que eso podría dejar al Reino Unido atado a las normas de la UE por tiempo indefinido.
1. ¿Por qué causa fricción esta frontera en la negociación del Brexit?
El Acuerdo de paz de Viernes Santo, firmado en Belfast en 1998 y que puso fin a tres décadas de sangriento conflicto en la región, contempla la ausencia de barreras físicas en la isla que comparten la República de Irlanda e Irlanda del Norte, territorio que pertenece a Reino Unido.
Desde entonces, los ciudadanos de uno y otro lado pueden cruzar la frontera sin pasar por ningún control. La venta de bienes y servicios se realiza con pocas restricciones, dado que ambos permanecen en el mercado común europeo y en la unión aduanera.

Pero tras la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea, que está previsto entre en vigor el 31 de octubre de 2019, todo esto podría cambiar.
La República de Irlanda e Irlanda del Norte quedarían en dos regímenes distintos, lo que implicaría que los productos puedan ser inspeccionados en la frontera, algo que no quiere Reino Unido
A la Unión Europea tampoco le parece deseable, pero le resulta difícil evitarlo si los británicos abandonan el mercado único y la unión aduanera.

A nivel político, la Comisión Conjunta Norte-Sur de Irlanda advirtió que un Brexit que implicara establecer controles en la frontera podría romper el Acuerdo de Viernes Santo y llamó a los políticos a "reflexionar sobre sus responsabilidades".
2. ¿Qué dice el actual acuerdo de Reino Unido y la UE sobre esta cuestión?
Si bien tanto Londres como Bruselas acordaron desde un inicio no fijar una frontera "dura" que supusiera la división de Irlanda, decidir cómo regular ese límite y su funcionamiento ha sido un gran obstáculo debido a que el límite entre las dos Irlandas pasaría a ser frontera exterior de la Unión Europea.
Han sido varias las posiciones al respecto. A día de hoy la última propuesta de acuerdo presentada por Boris Jonhson, el 2 de octubre de 2019 a la UE explica que Irlanda del norte permanecerá cuatro años más ligada a la UE para poder después decidir si sigue en el Mercado Único o no. De esta forma se mantendría, durante este primer periodo, dentro del Mercado Único comunitario para bienes industriales y productos agrícolas, pero dentro del sistema aduanero británico para lo demás.

Johnson ha declarado que, según este acuerdo, no habrá una frontera dura entre la Irlanda del Norte y la república de Irlanda, pero no expone medios creíbles y eficaces para evitarla. También ha recordado que se respetarán en todo momento el proceso de Paz y el Acuerdo del Viernes santo.

El Primer Ministro británico ha recalcado que, aunque su gobierno no quiere una salida sin acuerdo, no teme ese escenario y se encuentra preparado para afrontarlo.

Las primeras reacciones de Bruselas han sido de cautela y disposición a las negociaciones.



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