Europa
se verá probablemente muy afectada por la crisis comercial e industrial que
parece avecinarse debido a que su economía presenta un crecimiento muy lento y
una gran dependencia del exterior.
Sin
embargo, España está inmersa actualmente en su propia realidad, fruto del
maquillaje electoral y de la crisis catalana. El Presidente del gobierno en
funciones, Pedro Sánchez, y la ministra de economía, Nadia Calviño, afirman que España es de los países
con mayor crecimiento en la UE y que estaríamos más preparados que en 2008 para
afrontar una crisis. Ayer, 15 de octubre, el Gobierno remitió a la Comisión Europea el Plan Presupuestario 2020, con unas previsiones muy
prudentes y sin medidas fiscales ni reformas legislativas, tal y como
cabía esperar de un gobierno en funciones.
Únicamente se va a afrontar una subida de las
pensiones del 0,9% y de los salarios públicos del 2%.
El Gobierno sigue las directrices marcadas por la Comisión
Europea y establece escenarios prudentes para cumplir los objetivos propuestos.
Así pues, se espera un crecimiento de la economía del 2,1% para 2019 y del 1,8% para 2020, que
permitirá reducir el déficit hasta el 2% y seguir creando empleo. Esperamos los
ajustes de la Comisión.
Por
otra parte el entorno internacional - con
las guerras comerciales, el Brexit, la supuesta recesión alemana, la previsible
subida de los precios del petroleo, la crisis en el turismo por la caída de
Thomas Cook...- apunta hacia momentos de
bajada.
Volviendo
a los discursos electoralistas, tanto Pedro Sánchez respecto a España, como
Pablo Casado y Albert Rivera, en las comunidades autónomas que gobiernan,
niegan la existencia de señales de crisis económica. Sin embargo el peligro de
crisis mundial parece real y España se podría volver a ver inmersa en una grave
crisis económica.
En
2008 Zapatero negó la crisis, quizá para evitar influir negativamente en las
expectativas económicas del país tras haber ganado las elecciones por amplia
mayoría, y posteriormente Rajoy negó el rescate y los recortes en 2012. Hoy Pedro Sánchez niega la posibilidad de una
nueva crisis que afecte a España. Sin embargo, dado que los mercados son
impredecibles, afirmar que no va a haber una nueva crisis econòmica en España
sea quizá aventurarse mucho.
En
esta España electoral Pedro sánchez se compromete a no subir los impuestos a
las clases medias, tras presentar unos presupuestos en enero con una subida de
impuestos al diesel que pagarán esas clases medias. Pablo Iglesias dice lo
mismo y Casado, Rivera y Abascal prometen bajarlos. Por otra parte todos
prometen aumentar el gasto público.
Parece lógico dudar de que todo ello
suceda a la vez.
Las
encuestas anticipan que después del 10N se mantendrán los problemas para formar
gobierno y, por lo tanto, para aprobar un presupuesto realista que atraiga a
inversores internacionales. Mientras tanto, estamos en campaña electoral.
By LFP
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