Durante
los días 3 y 4 de diciembre en Londres se celebrará el 70º
aniversario de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN), con una reunión de jefes de Estado y de Gobierno.
La
alianza militar, que en el 2020 elevará a 30 el número de socios
con la incorporación de Macedonia del Norte, mantendrá, pese al
brexit, al Reino Unido jugando un papel clave como puente entre
Estados Unidos y la Unión Europea.
Sin
embargo, las constantes exigencias de aumento del gasto en defensa
del presidente de Estados Unidos y el choque frontal
protagonizado en los últimos días por el presidente francés,
Emmanuel Macron, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, ponen de
manifiesto las cada vez más numerosas grietas en la organización
atlántica.
Macron
criticó en su entrevista en The Economist, la decisión unilateral
de Trump de retirar tropas estadounidenses del norte de Siria, y dijo
que la Alianza se encontraba «en estado de muerte cerebral», además cuestionó el compromiso de defensa mutua.
Estos
comentarios sacudieron los cimientos del cuartel general de la OTAN.
La cancillera alemana, Angela Merkel calificó sus palabras de
«inoportunas», mientras que el secretario general de la OTAN, Jens
Stoltenberg, realizó una visita de urgencia a París para intentar suavizar el incidente. Lejos de eso, el propio
Erdogan criticó el pasado viernes, 29 de noviembre, duramente las palabras de Macron, avivando aun más la polémica.
Desde
que estallara el enfrentamiento, Stoltenberg ha intentado rebajar la
tensión. La realidad política, sin embargo, es que Washington,
París y Ankara llegan con prioridades muy distintas a la cita:
-
Además del gasto militar, Trump, que antes de aterrizar ya volvió a
criticar el acuerdo del brexit y al laborista Jeremy Corbyn, tiene
intención de poner el acento en la creciente influencia de China y
en la seguridad de las infraestructuras.
-
Macron, da prioridad a la lucha contra el terrorismo y un debate
estratégico sobre el futuro de la OTAN.
-
Erdogan, pretende pedir más apoyo político en contra de las
milicias kurdas del norte de Siria, a cambio de apoyar los planes de
defensa para los países bálticos y Polonia, y utilizar un nuevo
sistema aéreo comprado a Rusia.
Stoltenberg,
por su parte, intentará poner el acento en el incremento del gasto
en defensa, que asciende ya al 4,6% en el 2019.
Hoy
a mediodía dará comienzo la cumbre. Boris Johnson tiene previstas
reuniones con Erdogan, Macron y Merkel para tratar las diferencias
sobre Siria a lo largo de la misma.
Parece
que existen posiblidades de que esta cumbre debilite y divida a la
OTAN en lugar de reforzarla.
By LFP
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