Nicolás Maduro ha ordenado el arresto de
todos los involucrados en una supuesta operación terrorista para derrocar a su
gobierno. Una operación liderada, según dijo, por los opositores Juan Guaidó y
Leopoldo López y comandada desde Bogotá por el diplomático estadounidense Jimmy
Story.
Maduro acusó a Leopoldo López, refugiado
en la residencia del embajador español en Caracas, de estar detrás de la
conspiración.
La noticia del supuesto complot la hizo pública
el sábado, 14 de diciembre, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, quien
aseguró que habían abortado un plan que preveía atacar dos cuarteles militares,
así como generar acciones violentas en al menos seis estados del país.
Además de a López y Guaidó, el gobierno
venezolano señala también como implicados a dos diputados opositores, Janet
Fermín y Fernando Orozco.
A pocos días de la elección del nuevo
presidente del Parlamento, Guaidó ha reaccionado diciendo que el chavismo
intenta eliminar al Parlamento, de mayoría opositora. De hecho, todo esto
ocurre mientras se acerca el 5 de enero, fecha en la que la Cámara elegirá a su
presidente.
Voces de la oposición denuncian que el
Gobierno de Maduro actúa entre bambalinas para evitar que Guaidó pueda repetir
en el cargo, con lo que perdería el estatus que le permitió ser reconocido como
presidente encargado por más de 50 países.
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