Kiriakos Mitsotakis, primer ministro de Grecia, ha declarado que se aumentará la vigilancia fronteriza por mar y por tierra para evitar entradas ilegales en el país. Todo ello se debe a la postura de Turquía de dejar pasar a los refugiados que provienen de Siria. Turquía, que recibe subvenciones de la UE para contener la ola migratoria proveniente de Siria, ha declarado que ante el aumento de los refugiados le es imposible seguir haciéndolo.
Información oficial griega destaca que, desde las seis de la mañana del domingo hasta la misma hora de hoy, se ha evitado la entrada de 9.877 personas y se han detenido a 68 que consiguieron atravesar la frontera desde Turquía. Muchos de los jóvenes migrantes que se encuentran en la parte turca, en su mayoría, afganos, somalíes y pakistaníes, agreden con piedras a los policías griegos, que responden con gases lacrimógenos. Se espera que la presión migratoria aumente en los próximos días.
La Comisión Europea convocó una reunión de emergencia de los ministros de Exteriores de la UE y está preparada para que Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, acuda a ayudar en la vigilancia de las fronteras europeas con Turquía en Grecia y Bulgaria.
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