El Likud, con la anexión del Valle del Jordán como principal promesa electoral, es la fuerza más votada. La acusación a su líder , Benjamín Netanyahu por tres cargos de corrupción no le ha pasado factura política.
Netanyahu gana las elecciones tras catorce años como primer ministro, once de ellos de forma consecutiva y a solo dos semanas de que empiece el juicio por soborno y fraude. Además, ex jefes del Ejército y diplomáticos advierten de que su continuidad pone en peligro el sistema democrático y los medios de comunicación se manifiestan abiertamente en su contra. El Likud gana las elecciones, pero los resultados provisionales muestran que no tiene mayoría en la cámara para formar gobierno, por lo que busca tránsfugas para garantizar su mayoría en el Parlamento.
Sin embargo, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, valoró los resultados provisionales de las elecciones como «una victoria de los asentamientos, la ocupación y el apartheid».
Netanyahu gana las elecciones tras catorce años como primer ministro, once de ellos de forma consecutiva y a solo dos semanas de que empiece el juicio por soborno y fraude. Además, ex jefes del Ejército y diplomáticos advierten de que su continuidad pone en peligro el sistema democrático y los medios de comunicación se manifiestan abiertamente en su contra. El Likud gana las elecciones, pero los resultados provisionales muestran que no tiene mayoría en la cámara para formar gobierno, por lo que busca tránsfugas para garantizar su mayoría en el Parlamento.
Sin embargo, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, valoró los resultados provisionales de las elecciones como «una victoria de los asentamientos, la ocupación y el apartheid».
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