Las “distancia social” recomendada por las autoridades sanitarias de los distintos países para evitar el contagio por el Covid-19 varía significativamente. Así, mientras en Francia e Italia la distancia recomendada es de un metro, España recomienda una distancia de uno a dos metros. Por su parte, Suiza y Reino Unido recomiendan dos y Bélgica y Alemania optan por el metro y medio de seguridad. En EEUU se aboga por una distancia de seis pies- dos metros-, cincuenta centímetros más que en Australia.
La OMS recomienda “al menos un metro”, y lo justifica explicando que "cuando una persona infectada con un virus respiratorio, como COVID-19, tose o estornuda, proyecta pequeñas gotas que contienen el virus. Si se está demasiado cerca, el contagio es probable ". La razón por la que la distancia varía respecto al país es el desconocimiento de los mecanismos reales de transmisión del virus. Sin embargo, hay simuladores inteligentes que han demostrado claramente que la propagación del virus, dependiendo de las condiciones climáticas, atmosféricas y ambientales supera el metro y medio. Los datos revelan que Covid-19 se puede propagar hasta los ocho metros, aunque la carga viral a esta distancia está aún por determinar.
La empresa estadounidense Ansys, especializada en simulaciones y representaciones digitales, está trabajando junto con investigadores de las universidades de Lovaina y Eindhoven para determinar la distancia social mínima de seguridad. Tras desarrollar modelos sin tener en cuenta los parámetros ambientales ni la altura del emisor del virus, recomiendan “no menos de un metro y ochenta centímetros” de separación.
Por otro lado, expertos del prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) presentaron un trabajo a finales de marzo donde se detallan las variables por las cuáles el virus se podría desplazar hasta siete u ocho metros expandiendo su carga de patógenos. Sin embargo, señalan que la extensión de la expansión depende también del movimiento que esté realizando el emisor y su velocidad: sentado, corriendo, desplazándose en bicicleta…Todo ello lleva a recomendar una distancia de veinte metros de seguridad con los ciclistas.
Las autoridades sanitarias de varios países recomiendan el empleo de mascarilla para evitar la propagación del virus, ya que a pesar de no ofrecer una protección eficaz frente al virus, sí evita su propagación.
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