Más de 800.000 personas han sido desplazadas conforme se intensifican los combates y diversas ONG manifiestan la incapacidad de los servicios médicos para hacer frente a la avalancha de heridos y enfermos
Más de 800.000 personas han tenido que abandonar sus hogares desde el 1 de diciembre, cuando las tropas sirias lanzaron una ofensiva con apoyo aéreo ruso contra las facciones yihadistas apostadas en Idlib,al noroeste y última provincia insurrect del país.
La ONU ha calificado estasituación como o “una de las peores crisis desde el inicio de la guerra”. El recudrecimiento de los combates ha dificultado en las últimas semanas la entrada, desde la vecina Turquía de ayuda humanitaria. Las organizaciones locales e internacionales se encuentran “sobrepasadas por la escalada de necesidades”, y han pedido “el cese inmediato de las hostilidades”.
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