Una base de investigación argentina, llamada Esperanza, situada en el extremo norte de la Antártida registró el pasado jueves 7 de febrero una temperatura de 18,3 grados centígrados. Se establece así un nuevo récord que bate el anterior de 17,5 grados que databa de marzo de 2015, según ha informado la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La región donde se ha observado el récord es la más cercana al extremo sur de Sudamérica y la que más rápido se está calentando en todo el planeta.
La mayoría de esta pérdida de masa helada se debe a la fusión del hielo, en particular en la parte oeste del continente, que cubre catorce millones de kilómetros cuadrados. Allí las temperaturas habituales oscilan entre -10 grados en las costas y -60 grados en las partes más altas del interior y su cubierta helada llega a tener una profundidad de hasta 4,8 kilómetros. De esta forma, almacena el 90% de toda el agua dulce del planeta, que si llegara a derretirse aumentaría el nivel del mar en unos 60 metros.
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