Covid-19: Los indicadores apuntan a que la población sigue alerta.

Aunque mucha gente ni tan siquiera había oído hablar de la gripe de 1918, conocía muy bien lo que el mundo podía esperar en caso de pandemia gracias al poder de los videojuegos y el cine. Otros, simplemente, acudimos a las cifras y la Historia para tratar de adivinar el siguiente paso del virus. Una realidad paralela, que ha interrumpido nuestras ya sobresaltadas vidas y nos ha obligado a someternos a sus designios. 

Hemos de ser conscientes de que igual que no empezó de repente, tampoco acabará en un perfecto punto y aparte, la amenaza es un coronavirus. Un “bicho”, el mundo según mi abuela se resume en “cosa o bicho”, como otros que ya conocíamos. Con unas pautas de conducta que siguen las de los patógenos respiratorios y alguna otra enfermedad infecciosa, que ha venido a “visitar” a su familia de coronavirus, a encontrar huéspedes y a quedarse. 

Así que asumámoslo y no nos dejemos encandilar por levantamientos de confinamiento, permisos para paseos o lo bajas que están las cifras y mantengamos la alerta en nuestras vidas. Hasta que haya vacuna o tratamiento, hasta que esta vacuna la puedan distribuir, el que enferme cuenta con su propia fortaleza para sanar, amén de los cuidados de un grupo de valientes cuya heroicidad ya ha pasado a la Historia. 

En los últimos dos siglos otras pandemias han venido de visita y se han acomodado en el planeta: sida, tuberculosis, cuatro tipos de gripe y siete de cólera. Todas ellas más letales que Covid-19, pero mucho mas lentas. Nuestro “nuevo invitado” se contagia mucho más rápido e indiscriminadamente y es mortal. 

A pesar de que la Humanidad ha conseguido erradicar algunos virus, como el de la viruela, de vez en cuando nos sorprende con un foco nuevo, una adaptación que marca otro comienzo. 

La famosa inmunidad global parece que tampoco es la respuesta, ya que Covid-19 muta. Es improbable, nos dice la lógica, que logremos acabar con Covid-19 de manera rápida y efectiva, aunque cosas más raras ha logrado la ciencia.

La ciudadanía sigue alerta. He adoptado como indicadores personales el uso generalizado de mascarillas y lo rápido que se agota el brócoli en los supermercados. Todo apunta a que superaremos esto juntos, como siempre :-)