Con la prioridad de relanzar su economía, los países europeos reabren poco a poco los negocios.
En Alemania se ha empezado a hablar de un “ pacto de salida", mientras el Gobierno ya ha anunciado que mantendrá las ayudas para los próximos meses.
Dinamarca, por su parte, ya ha vuelto a la actividad, encabezando a los europeos que retornan a la rutina. Las aulas están abiertas y el próximo lunes peluquerías, autoescuelas, dentistas, fisioterapeutas y clínicas privadas se unirán a los negocios que ya funcionan.
Sin embargo, en la región italiana de Lombardía, la más afectada por la pandemia, parecen no tener prisa. Su gobernador presiona a las empresas para que retomen su actividad, que se muestran cautelosas en extremo y se niegan a hacerlo.
España, ha suavizado el estado de alerta, permitiendo abrir algunos negocios no esenciales. Pero las calles siguen desiertas y la economía parada.
En París han abierto floristerías y tiendas de vinos y licores. Estas últimas tenían derecho a estar abiertas durante el confinamiento, aunque algunas decidieron permanecer cerradas por seguridad.
Europa cuelga poco a poco el cartel de “Abierto”. La vida continua.
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