Las autoridades de Nueva York investigan a la funeraria Andrew T. Cleckley, en Brooklyn. El pasado miércoles se encontraron unos sesenta cadáveres en estado de descomposición almacenados en camiones aparcados a las puertas del establecimiento. La alerta fue dada por los transeúntes, que se quejaron del mal olor.
El propietario del establecimiento,Andrew Cleckley, que se enfrenta sanciones civiles y penales, declaró al New York Times que tuvo que ubicar los cuerpos en camiones ante la multitud de cadáveres que llegaban.
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