Internet móvil 5G es el sucesor de las redes 4G actuales. Alcanza hasta cien veces más velocidad de transmisión en la red que el 4G, posibilitando nuevos campos hasta ahora inéditos en la comunicación móvil, como la cirugía en remoto.
Mucho se ha hablado del 5G y su relación con la propagación del Covid-19. Esta teoría, que tantas antenas de telefonía ha destruído en el planeta, ganó fuerza cuando un médico belga relacionó los “peligros” de la tecnología 5G con el virus durante una entrevista el pasado mes de enero.
El 22 de enero, el periódico belga Het Laatste Nieuws publicó una entrevista con Kris Van Kerckhoven, un médico de familia de Putte, cerca de Amberes. . La publicación apareció en una versión regional, y ante las críticas por su falta de rigor científico, el periódico retiró el artículo de su página web, aunque quedó en la edición impresa.
Van Kerckhoven afirmaba que el 5G era peligroso y que estaba relacionado con la pandemia por coronavirus. Además, el periodista que lo entrevistó añadía que Wuhan estaba rodeado por torres 5G. La noticia fue rápidamente recogida por los activistas anti-5G y, pocos días después, Facebook ya se había encargado de difundirla a todo el planeta.
Aunque esta teoría anti-5G no es del todo original, parece inspirada en las que afirman que las radiaciones de móviles y wifi son dañinas para el hombre. Sin embargo, varias antenas 5G por todo el mundo han sido objeto de actos vandálicos y los videos de estos ataques se han vuelto virales en las redes sociales.
Los detractores del 5G afirman, sin base científica demostrada, que es peligroso ya que debilita el sistema inmunológico y nos hace aún más vulnerables al coronavirus.
También defienden que el confinamiento instaurado a raíz de la pandemia se está utilizando como coartada para ampliar las redes 5G y que todo es parte de un complot ideado por los Illuminati. La nueva situación provocada por el coronavirus, de inseguridad y miedo generalizado, están provocando que las antiguas teorías relacionadas con campos electromagnéticos perjudiciales para la salud se viralicen de nuevo.
Sin embargo, la ciencia nos dice algo totalmente distinto. La diferencia entre el 5G y las generaciones anteriores de servicios móviles (4G, 3G) es que los últimos usan frecuencias de radio más bajas (en el rango de 6 gigahercios), mientras que 5G usa frecuencias en el rango de 30-300 gigahercios.
Por una parte, diremos que en el rango de 30-300 gigahercios no hay suficiente energía para romper enlaces químicos o eliminar electrones cuando entra en contacto con el tejido humano. Este rango se conoce como radiación electromagnética “no ionizante” y está aprobado por las organizaciones gubernamentales de salud por no tener los efectos negativos para la salud.
La radiación puede entrar en contacto con la piel, por ejemplo, cuando ponemos un teléfono móvil 5G en nuestro oído para hacer una llamada. En este momento es cuando estamos más expuestos a la radiación no ionizante. Pero esta exposición está muy por debajo del nivel de seguridad recomendado. Además, la radiación 5G no puede penetrar la piel ni permitir que un coronavirus penetre en ella. Tampoco hay evidencia de que las frecuencias de radio del 5G causen la propagación del coronavirus.
Por otra parte, las ondas de radio del 5G, que se denominan milimétricas porque su longitud de onda se mide en milímetros, necesitan por ello antenas cada aproximádamente 250 metros de distancia. Es obvio que para que el 5G cubra un área geográfica grande, se necesitan más antenas que con el 4G. Este aumento en el número de estaciones base y su proximidad a la gente, es un factor que puede generar temores infundados sobre posibles impactos en la salud.
El verdadero peligro del teléfono radica en que Covid-19 se propaga cuando pequeñas gotas liberadas de la nariz o la boca de una persona contagiada entran en contacto con la nariz, los ojos o la boca de una persona sana. Resulta entonces evidente que, si una persona contagiada utilizara el teléfono de una sana, esta última podría contagiarse.
Concluimos entonces que, por nuestra propia seguridad, es más eficaz para evitar los contagios desinfectar o mejor no compartir el móvil que destruir antenas 5G :-)
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